Muy probablemente, el uso comercial de Internet en la Unión Europea sufra cambios muy significativos durante este año. La acción legislativa de las instituciones europeas va a afectar, de forma profunda, áreas tan críticas como la ciberseguridad, la identidad digital europea, la protección de los datos personales en las comunicaciones electrónicas o el desarrollo de la inteligencia artificial.
El impulso legislativo, que ya se venía trabajando en estos dos años anteriores, se va a incrementar durante el primer semestre del año, momento en que la presidencia del Consejo de Europa corresponde a Francia. El país galo ha preparado un ambicioso plan de acción legislativa en el que el desarrollo de una soberanía digital europea ocupa un lugar preeminente, ámbito en el que podemos encuadrar las áreas citadas.
Pero, sin duda, los cambios de mayor calado que van a afectar de forma sustancial a las empresas que operan en Internet se producirán a partir de la entrada en vigor de las dos normativas que van a regular directamente la prestación de servicios por parte de las compañías que operan en Internet: la denominada Digital Services Act (DSA) y la Digital Markets Act (DMA).
Este paquete normativo va a establecer un nuevo marco regulatorio mediante el cual se pretende crear un espacio digital más seguro y justo, tanto para los usuarios finales como para las empresas. Esta va a ser la primera gran actualización del marco que estableció la Directiva de comercio electrónico, que, desde el año 2000, regula la prestación de servicios digitales en la Unión Europea.
Durante este largo período de 22 años, la evolución y los cambios de las plataformas y los negocios que operan en Internet ha sido enorme, mientras que la normativa vigente ha quedado claramente obsoleta. A lo largo de este período, el mercado europeo ha experimentado un incremento exponencial de la facturación de todo tipo de negocios online, que se estima actualmente en cifras superiores a los 700 billones de euros, y la consolidación del dominio de plataformas como Amazon, Google o Facebook.
En diciembre de 2020, la Comisión Europea presentó una iniciativa para reformar este marco, mediante la creación de un nuevo bloque de Reglamentos- la DSA y la DMA-, que pretenden dar respuesta a la nueva realidad del comercio online.
Los beneficios de esta transformación son evidentes, pero la posición dominante adquirida por algunas de estas plataformas puede afectar profundamente sobre las reglas de la competencia en el mercado y ejercer un enorme grado de influencia sobre la democracia, los derechos fundamentales, las sociedades y la economía. Pueden llegar a condicionar el desarrollo de futuras innovaciones o la capacidad de elección de los consumidores, así como ejercitar un peligroso rol de «guardianes» (gatekeepers) entre las empresas y los usuarios de Internet.
Ambos reglamentos han sido objeto de debate en el Parlamento Europeo entre los meses de diciembre de 2021 y enero de 2022. El Parlamento adoptó iniciar el proceso de negociaciones con el Consejo de Europa y con la Comisión Europea. Esto significa que el nuevo paquete normativo entran en su recta final de tramitación y que podría ser aprobado antes de final de año.
Desde Font Advocats, os iremos ofreciendo a lo largo del año actualizaciones del desarrollo de estas normativas, así como informes sobre los principales cambios, que es necesario adoptar por parte de las empresas para adaptarse a este nuevo marco normativo.
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