10 años de Font Advocats - Font Advocats
Desde Font Advocats, despacho especializado en Derecho Digital y Derecho Tecnológico, os explicamos los principales cambios introducidos en la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, que ha recibido en este inicio de 2022 una puesta al día muy necesaria para adaptar su contenido a las especificidades del comercio online.
cambios, normativa, conusmidores, usuarios, internet,
25582
post-template-default,single,single-post,postid-25582,single-format-standard,ajax_fade,page_not_loaded,,select-theme-ver-3.7,wpb-js-composer js-comp-ver-6.8.0,vc_responsive

10 años de Font Advocats

font-advocats-cumple-10-años

Artículo escrito por Eloi Font, socio director de Font Advocats 

Si damos un salto de 10 años hacia atrás, cuando decidí emprender mi propia aventura profesional con Font Advocats, la regulación del ecosistema digital no era muy diferente de la actual. Ya existía normativa que regulaba la prestación de servicios a través de Internet, el comercio electrónico o la privacidad, y se protegían los derechos de autor de un software o el registro abusivo de un nombre de dominio.

Lo que sí ha cambiado de forma relevante es el avance de la digitalización. A modo de ejemplo: en 2012 había 2.2 mil millones de usuarios de Internet, y ahora hay más del doble (4.9); hace 10 años, había 1.48 mil millones de usuarios en las redes sociales y, actualmente, existen 4.62; Facebook ya era la red más extendida, con más de mil millones de usuarios, y ahora tiene casi 3 mil millones. En 2012, estábamos ante una especie de segunda burbuja tecnológica fruto de la popularización de los smartphones y de las apps y el uso cada vez más masivo de las redes sociales, que nos adentró de lleno en la etapa 2.0.

En estos 10 años, hemos tenido importantes hitos en el Derecho Digital. Entre los principales, se destacan el reconocimiento del “derecho al olvido” en Internet; la aprobación de nueva normativa en el ámbito de la protección de datos (RGPD/GDPR) y en materia de ciberseguridad; la regulación de nuevas medidas de investigación tecnológica, o la tipificación de ciberdelitos como el sexting, grooming o stalking.

Recuerdo que uno de los primeros clientes que tuvimos en Font Advocats fue una empresa que denunció a un usuario de Twitter por utilizar una marca suya sin permiso. La sorpresa me la llevé cuando constaté que Twitter tenía habilitado (¡a nivel mundial!) un único número de fax para recibir documentación que soportara las reclamaciones. Y, claro, ese número de fax nunca estaba operativo.

Un vistazo a los Terms & Conditions de Twitter de aquel momento puede ayudar a contextualizar la poca seriedad con la que regulaban este tipo de situaciones.

Afortunadamente esto ha cambiado y, con los años, las plataformas han desarrollado normativa propia más detallada y adecuada y han reforzado mucho sus “centros de ayuda”, pero, en cambio, en mi opinión, concentran demasiado poder y control, ejerciendo una especie de tiranía en la red.

Recuerdo otra anécdota, que describe muy bien la poca rigurosidad y delicadeza con la que las grandes plataformas gestionaban las reclamaciones en ese momento. Para otro cliente tuvimos que denunciar a un usuario de Facebook por uso indebido de contenidos, y a la red social no se le ocurrió otra cosa que facilitarle mis datos de contacto como “representante del denunciante”, lo que llevó a que el denunciado no me dejara respirar durante unos días.

Paralelamente, los incidentes de ciberseguridad y ciberataques no han parado de crecer en estos 10 años, con el agravante de que las soluciones no están llegando al mismo ritmo. Como sociedad, tenemos un grave problema que no estamos afrontando, y resulta frustrante ver cómo los ciberdelincuentes aprovechan la falta de colaboración y agilidad entre las Autoridades policiales y judiciales de los diferentes países para actuar con total impunidad. Como he manifestado siempre que he podido, ante problemas globales, son necesarias soluciones transfronterizas, y la ciberdelincuencia es, hoy en día, uno de los principales problemas de alcance mundial.

Con todo, lo que está por llegar en los próximos 10 años es apasionante: la regulación del uso de nuevas tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial, el blockchain, la robótica o el metaverso y el salto hacia el universo web 3.0…

Confío en que Font Advocats no se pierda nada de todo esto y siga sirviendo a los clientes con el mismo compromiso, rigor y pasión, que nos ha movido siempre.

No puedo terminar esta pequeña reflexión sin agradecer a todos los compañeros que han colaborado con el despacho y que han ayudado a construir este proyecto, en especial, a Carmen Quevedo que, desgraciadamente, ya no está entre nosotros. Gracias a todos ellos y a todos los clientes que nos han dado confianza. ¡A por los próximos 10 años!

#FAcumple10